Va ton chemin sans plus t'inquiéter

Como un simple, sube la cuesta, y al hacerlo canta para desechar la falsa prudencia que con falsedad, en susurro intenta tu fe tentar. Simple como un niño ...
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Va ton chemin sans plus t'inquiéter Va ton chemin sans plus t'inquiéter ! La route est droite et tu n'as qu'à monter, Portant d'ailleurs le seul trésor qui vaille, Et l'arme unique au cas d'une bataille, La pauvreté d'esprit et Dieu pour toi. Surtout il faut garder toute espérance. Qu'importe un peu de nuit et de souffrance ? La route est bonne et la mort est au bout. Oui, garde toute espérance surtout. La mort là-bas te dresse un lit de joie. Et fais-toi doux de toute la douceur. La vie est laide, encore c'est ta soeur. Simple, gravis la côte et même chante, Pour écarter la prudence méchante Dont la voix basse est pour tenter ta foi. Simple comme un enfant, gravis la côte, Humble comme un pécheur qui hait la faute, Chante, et même sois gai, pour défier L'ennui que l'ennemi peut t'envoyer Afin que tu t'endormes sur la voie. Ris du vieux piège et du vieux séducteur, Puisque la Paix est là, sur la hauteur, Qui luit parmi des fanfares de gloire. Monte, ravi, dans la nuit blanche et noire. Déjà l'Ange Gardien étend sur toi Joyeusement des ailes de victoire. -Poema "Sensatez" Nº XXI de 1880En su conversión al cristianismo

Anda tu camino sin inquietarte más ¡Anda tu camino sin inquietarte más! La ruta es recta y tú, sólo debes trepar, llevando por otra parte el único tesoro que vale, la única arma en caso de combate: La pobreza de espíritu y Dios, todo tuyo en propiedad. Es preciso, sobre todo, conservar la esperanza con firmeza ¿qué importa un poco de noche y de tristeza? La ruta es buena y la muerte está al final de ella. ¡Sí!, ¡guarda sobre todo, la esperanza entera! La muerte dispone para ti allá, una dichosa unión nupcial. Hazte dulce con dulzura perfecta, pues hermana tuya es la vida, aunque sea fea. Como un simple, sube la cuesta, y al hacerlo canta para desechar la falsa prudencia que con falsedad, en susurro intenta tu fe tentar Simple como un niño trepa el empinado camino, y asciende humilde como pecador arrepentido. Canta y aún muéstrate alegre para desafiar el hastío que el enemigo te puede enviar, para que no te adormezcas sobre la cuesta en tu valeroso trepar De los viejos lazos y del viejo seductor haz burla, pues ahora sabes que la Paz está allá, en las alturas, brillando entre fanfarrias de gloria. Sube extasiado en la noche oscura y luminosa En tanto el Angel Custodio extiende alegremente sobre ti, sus alas en gesto de victoria. (Versión libre del P. Néstor Sato, Quines-San Luis 21/22 mayo 2003

Paul Verlaine escribe esto en la cárcel, adonde va a parar luego de un turbio entredicho con el neblinoso poeta Arthur Rimbaud. Verlaine recibe allí una gracia de invitación a salir de su brumosa vida e iniciar una vida más seriamente cristiana, pero como San Agustín, vacila ante lo elevado de la empresa y la fuerza de las cadenas que debe romper para emprenderla. Padeciendo en su cuerpo las repugnantes consecuencias de los vicios, su alma se hacía cada día más grata a Dios puesto que recibió el perdón sacramental y se alimentaba con el nutriente divino de la Eucaristía. Recibió los últimos auxilios de la Gracia y dejó este mundo reconciliado con Dios, consigo mismo y con todos los miembros de su Iglesia. Este poema es la última obra literaria de su vida.